Era una fuente localizada en la Fraga de Coba y que tenía la peculiaridad de que, si bien manaba agua continuamente, si se acercaba una persona que no tenia pecado o se acababa de confesar dejaba de manar. Por este motivo era llamada la "fonte do demo" o "fuente del diablo", pues solo servía para calmar con su agua la sed de los pecadores.
La gente procuraba acercarse a ella en grupos y así siempre brotaba agua. Estaba claro que al menos había un pecador entre los presentes, pero nadie se preocupaba de investigar quien era. Dicen incluso que algunos que desconfiaban de la capacidad del párroco para perdonar sus pecados, después de confesarse se acercaban para comprobar si realmente estaban perdonados.
En una ocasión las gente del cercano pueblo de Pareisas llevaron a la fuente a un vecino al que acusaban de ladrón. El se declaraba inocente. Fue obligado a acercarse él solo, al llegar la fuente estaba manando, pero poco después paró ... y nunca mas volvió a salir agua de ella.
Unos decían que era obra de Dios para que la fuente no fuera usada como prueba de juicios, pero otros comentaron que los hermanos del acusado de ladrón consiguieron cortar el flujo del agua al hacer un gran boquete por el que el agua escapaba antes de llegar a la boca de la fuente.
Sea como fuere nunca volvió a aparecer el agua en la "fuente del diablo".
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